Mara salvatrucha

¿Has escuchado hablar de la Mara Salvatrucha? Seguramente has visto documentales de ellos en un canal de cable o has leído sobre sus atroces crímenes. La Mara Salvatrucha (MS13) es la pandilla más peligrosa del mundo y cada vez se extiende más. La MS13 fue fundada en los barrios de Los Ángeles en los años 80.  ¿Cómo se formaron? Como resultado de las guerras civiles en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, los refugiados se movieron masivamente hacia el norte (Los Ángeles) donde se creó la Mara Salvatrucha.



En la actualidad, esta pandilla se ha extendido a muchos países de Centroamérica e incluso, en menor cantidad, a Sudamérica. Sus actividades han ayudado a hacer del Triángulo del Norte —Guatemala, El Salvador y Honduras— el lugar, en tiempos de paz, más violento del mundo. En octubre de 2012, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos calificó al grupo como una “organización criminal trasnacional”, la primera designación para una pandilla callejera de Estados Unidos. Si buscas información de ellos en Internet, te enterarás de lo salvajes y crueles que suelen ser.

Los ritos de iniciación para ingresar a esta pandilla son terribles. En el caso de los varones, cada aspirante debe soportar una salvaje golpiza de trece segundos propiciada por los demás miembros de la pandilla. Otra opción es ingresar a un barrio "enemigo" y matar a un miembro rival. Las mujeres, a parte de estas dos opciones, pueden escoger tener relaciones sexuales con todos los miembros masculinos de la mara, y una vez que son aceptadas tienen la protección de la mara, pero también deberán acatar las decisiones de los hombres, lo que automáticamente hace que las chicas pierdan su libertad y quede en manifiesta el tinte machista y misógino de los mareros. 

Es conocido el caso de Oscar Raúl Barrientos, peruano de 19 años, que aceptó matar a su padre para ingresar a esta pandilla, esa fue la condición que le impusieron. Eso le sirvió para ‘ganarse’ el tatuaje en la parte interna de su labio inferior con la sigla MSX3, que representa a esta mara e ingresar a su ‘nueva familia’. 

Esta pandilla apunta a los jóvenes de entre 10 y 16 años para seducir en el ingreso: buscan niños provenientes de hogares desestructurados, huérfanos y todo aquel que no sea capaz de sobrevivir solo. Si algo llama la atención de estos pandilleros son sus cuerpos tatuados: es raro ver un espacio en blanco en la piel de uno de los miembros de esta pandilla. Sin embargo, los dibujos y los símbolos no son al azar, y cada uno tiene un significado.
Una vez que se ingresa a una mara, solo hay dos formas de salir de ella: muriendo o metiéndose en una religión, pero esta última no garantiza que el pasado marero vuelva otra vez, reclamando favores y maldades adeudadas del pasado. Esperemos las autoridades pongan mano dura contra estos pandilleros.

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