Sexo y embarazo: mitos y verdades.
Ya sabes que se requiere tiempo y esfuerzo para bajar esos kilitos extra después de dar a luz. Pero, ¿conoces toda la información con respecto a tu sexualidad durante y después del embarazo? Si no es así, sigue leyendo.
Aunque muchas mujeres esperan de seis a ocho semanas después del parto para tener relaciones íntimas, no existe un límite que establezca cuándo deben retomar su vida sexual. La recuperación es tanto mental como física: muchas mujeres se sienten exhaustas semanas e incluso meses después del parto, y a otras las absorbe por completo el cuidado del recién nacido. Algunas temen sentir dolor si intentan tener coito. Estas preocupaciones son normales, y no hay por qué sentir culpa por tenerlas: pero es importante saber qué es cierto y qué no para tomar una decisión informada.
Mito 1: tu libido se estancará
Es completamente normal que las embarazadas sientan menos deseos sexuales, sobre todo durante el primer trimestre. Pero esto no sucede con todas. Los cambios hormonales durante la gestación pueden provocar incrementos en la libido, así que no te sorprendas si de pronto te sientes más ardiente. Muchas parejas logran mantener una vida sexual activa durante los nueve meses. Lo importante: no te dejes llevar por lo que es “normal”. Cada mujer tiene su propio ritmo.
Es completamente normal que las embarazadas sientan menos deseos sexuales, sobre todo durante el primer trimestre. Pero esto no sucede con todas. Los cambios hormonales durante la gestación pueden provocar incrementos en la libido, así que no te sorprendas si de pronto te sientes más ardiente. Muchas parejas logran mantener una vida sexual activa durante los nueve meses. Lo importante: no te dejes llevar por lo que es “normal”. Cada mujer tiene su propio ritmo.
Mito 2: la primera vez duele
Si permites que tu cuerpo sane por completo, el sexo no será un problema. Cada cuerpo sana en un ritmo distinto, así que aprende a escucharle para saber cuándo estás lista. Lo importante es que te sientas cómoda. Toma en cuenta que tus niveles de estrógeno bajan mientras estás amamantando, lo que puede causar resequedad vaginal. Utiliza lubricantes y tómalo con calma.
Si permites que tu cuerpo sane por completo, el sexo no será un problema. Cada cuerpo sana en un ritmo distinto, así que aprende a escucharle para saber cuándo estás lista. Lo importante es que te sientas cómoda. Toma en cuenta que tus niveles de estrógeno bajan mientras estás amamantando, lo que puede causar resequedad vaginal. Utiliza lubricantes y tómalo con calma.
Mito 3: el sexo puede herir al bebé
En la mayoría de casos, el sexo es 100 por ciento seguro para la madre y el hijo. Sin embargo, existen algunas excepciones. Si tienes un cérvix débil, sangrado inexplicable, sufres de placenta previa o simplemente tienes dudas, consulta a tu ginecólogo. Para tomar en cuenta: algunas posiciones sexuales podrán parecerte incómodas mientras estés encinta.
En la mayoría de casos, el sexo es 100 por ciento seguro para la madre y el hijo. Sin embargo, existen algunas excepciones. Si tienes un cérvix débil, sangrado inexplicable, sufres de placenta previa o simplemente tienes dudas, consulta a tu ginecólogo. Para tomar en cuenta: algunas posiciones sexuales podrán parecerte incómodas mientras estés encinta.
Durante este periodo, mantener una estrecha comunicación con tu pareja es esencial.
Es cierto que seis semanas es lo mínimo que debes esperar después del parto para poder tener relaciones sexuales. Tu cérvix necesita tiempo para cerrarse de nuevo, y tener sexo demasiado pronto incrementa el riesgo de sentir dolor y contraer una infección. Afortunadamente existen alternativas para disfrutar con tu pareja. Si no te sientes lista para tener coito a las seis semanas, no te preocupes: ya llegará tu momento.
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