Perú: ¿Qué es un chico reality?

Perú21 conversó con el profesor y antropólogo PUCP Alexander Huerta Mercado sobre este fenómeno televisivo.


Chico reality es un calificativo que abunda en los titulares de las notas de espectáculos, pero ¿realmente sabes lo que significa?
Desde el 2011 que se estrenó ‘Combate’, el término se ha popularizado en los medios de comunicación, pero la definición todavía es bastante abierta.
Perú21 conversó con el profesor y antropólogo Alexander Huerta Mercado y esto nos explicó sobre las características de estos personajes.
Veamos:
1. Lo principal: Participan (o participaron) de uno de los realitys de televisión de señal abierta
Como ‘Combate’, ‘¡Esto Es Guerra’, ‘Bienvenida la Tarde’ y el olvidado ‘Titanes’. Todos estos programas funcionaron bajo el mismo formato: ‘Chicos reality’ divididos en dos grupos con el objetivo de enfrentarse a desafíos, desde armar torres de vasitos de plástico hasta completar un circuito de obstáculos.
Para Alexander Huerta Mercado, de la Católica, la presencia del juego en estos programas es clave para el concepto ‘chico reality’. “Las pruebas donde se eligen ganadores o perdedores genera una elevación en el estatus de los primeros”, señala.
2. Responden a un estereotipo de belleza
Alexander Huerta Mercado afirma que los ‘chicos reality’ responden a arquetipos de belleza física de la sociedad occidental, dentro del modelo del Apolo Griego o de la Venus de Milo (con sus respectivas variaciones).
Prueba de ello es que los hombres se caracterizan por tener un cuerpo esculpido (algunos presentan exceso de musculatura que trae rumores sobre el uso de anabólicos) y las mujeres dejan ver a través de sus diminutos uniformes su delgadez, un busto generoso y un trasero bien trabajado.
3. Comparten las mismas vivencias que sus fanáticos
De acuerdo con Alexander, los ‘chicos reality’ tienen las mismas vivencias juveniles de su audiencia. Por ejemplo, los romances. La vida sentimental de un ‘chico reality’ interesa, al punto de que la prensa se dedica a confirmar o desmentir relaciones.
En los programas reality se han conformado varias parejas que incluso han concretado matrimonios. Gino Assereto y Jazmín Pinedo de ‘¡Esto Es Guerra!’, Yidda Eslava y Julian Zucchi de ‘Combate’, son algunos ejemplos.
Si los fanáticos se identifican con los chicos realitys cuando estos se enamoran, también lo hacen cuando viven un drama. La televisión recordará siempre a Guty Carrera y su ‘Yo no fui infiel, Yo no fui infiel, Yo no fui infiel…’ y cómo este escándalo generó muestras de solidaridad con Melissa Loza, quien ese entonces se nos presentaba como la víctima de un tramposo.
4. No tienen vida privada
Están condenados al ojo público. Los programas donde participan han aprovechado esta circunstancia para hacer increíbles cifras de ráting. ¿Quién no recuerda el matrimonio de Yaco Eskenazi y Natalie Vértiz? El evento fue televisado, al igual que el nacimiento del hijo de la pareja.
Los chicos y chicas reality venden, por lo tanto es rentable hacerlos protagonistas de noticias para ganar un par de clics. Si no tienen escándalos públicos, sus redes sociales son bastante útiles para conseguir información.
Así es como se sabe a dónde viajaron, con quiénes pasaron sus vacaciones, qué comieron, si está embarazada o si está gorda, o muy flaca, y un largo etcétera.
5. Son admirados por el público
Para Alexander Huerta Mercado los ‘chicos reality’ son admirados por tres razones.
La primera es por su físico: debido a que el cuerpo de estos personajes funciona como un elemento simbólico de prestigio.
“La consecución de este cuerpo producido es difícil, implica tiempo, inversión y una predisposición que lo convierte en algo que es visto como especial y diferente en la sociedad”, apunta.

La segunda razón es porque se les considera exitosos y emprendedores. Son jóvenes que han logrado independencia económica, concretar negocios y facturar ingresos considerablemente altos (mucho se dice sobre el sueldo de un chico reality, pero lo cierto es que no es poco).
La tercera razón es porque han sido capaces de salir del anonimato gracias a su popularidad, la cual se sustenta en su apariencia, en su desenvolvimiento frente a una cámara y en el papel que cumplen debtro de la historia del programa.

BONUS
También son duramente juzgados
Alexander Huerta Mercado resalta que estos personajes están constantemente vigilados por la audiencia y que de ella surge tanto afecto como envidia. Por lo tanto, están bajo mucha presión.
Según el antropólogo, los chicos reality están predispuestos a recibir tanto alabanzas como duras críticas, especialmente cuando no coinciden con arquetipos.
Esto lo vimos, por ejemplo, cuando Sheyla Rojas compartió fotografías de su hijo junto a su nueva pareja y le reclamaron por ser ‘mala madre’, o cuando Michelle Soifer apareció en público y le comentaron “gorda”.

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